Sensaciones, ideas y fantasías

domingo, 25 de mayo de 2008

Russafart, contra el monopolio museístico

El barrio de Ruzafa de Valencia ha sido moruno y un poco marginal desde los tiempos de la ciudad medieval. Los musulmanes que lo habitaron tuvieron que abandonarlo con la conquista cristiana. Y hasta el siglo XX no volvieron. Algunos en patera, pero la mayoría a través de una inmigración menos traumática. Hubo un tiempo en el que el barrio se degradó, se convirtió en una zona insegura. Pero poco a poco, por razones que se me escapan, se ha ido recuperando.
Hoy está lleno de artistas. Se ha convertido en un pequeño Montmartre, en un reducido Prenzlauerberg. No sé si porque los alquileres y las viviendas bajaron de precio a causa de la mala fama del barrio o por alguna otra causa menos economicista, casual o mágica.
El caso es que abundan los estudios, los talleres y las viviendas de creadores plásticos. Algunos de ellos trabajan en el mismo espacio, alquilado en grupo o individualmente, como es el caso de un viejo gimnasio y escenario de combates de boxeo, el Sporting Club.
La vida de estos artistas, algunos de ellos más o menos profesionales, discurre casi siempre a distancia de las galerías de arte contemporáneo abiertas en otras partes de la ciudad. Constituyen un mundo aparte que ellos mismos han construido, un poco por la frustración de no tener un hueco en el mercado, y un poco porque el mercado les produce angustia y les trastorna. Estas razones no son contradictorias, aunque lo parezca.
Pero distanciarse del mercado convencional del arte no significa un retiro monástico. Estos artistas no desean ser anacoretas. Quieren tener relación con el mundo ajeno a su oficio en el que viven, una meritoria actitud opuesta a la de los políticos.
Así es como han constituido un colectivo que han llamado Russafart, con adecuado sentido de la oportunidad y las circunstancias. En realidad no es un colectivo en el sentido clásico de la historia del arte moderno. Cada artista pinta, graba, esculpe o instala lo que le viene en gana, pero intentan tomar decisiones positivas para todos. En otras palabras, se han organizado, algo sorprendente en un universo de pequeñas figuras y no tan pequeñas vanidades.
Una de las primeras actividades de Russafart ha sido tender puentes hacia ese mundo ajeno al arte para que los forasteros los crucen y se den un baño de creatividad.
Este fin de semana, 23, 24 y 25 de mayo, 70 artistas han abierto sus talleres y espacios de trabajo (30 en total) y se han asomado a la calle con botes de pintura, resmas de papel y músicos de aspecto e instrumentos alternativos.
Lo más sorprendente de esta iniciativa es el éxito fulminante.
Primero en la calle. A pesar de que se ha pasado el rato lloviendo, en los momentos de tregua, un montón de familias han podido llevar a sus hijos a pringarse de color y a plasmar lo que se les ocurría a los niños y a las niñas en largas y anchas tiras de papel situado en la calzada.
Luego, en los talleres y estudios. Por la tarde no cabía en ellos un alfiler, llenos de visitantes de todas las clases y condiciones, puedo asegurarlo porque lo he visto. La mayoría eran aficionados al arte y curiosos más o menos cultos. Pero también había ciudadanos que seguramente era la primera vez que se ponían delante de un cuadro (casi todos “raros”), de una escultura (todavía más “rara”) o de una incomprensible instalación.
Pero el solo hecho de que se hayan asomado a un mundo para ellos (y para muchos artistas también) hermético, ha roto el hechizo o la maldición. De pronto, el arte, bueno y malo, concreto o abstracto, conceptual, minimalista o convencional, ha roto el candado y ha abierto la puerta al mundo. Los museos y las galerías comerciales han dejado de tener la exclusiva de la representación artística. La creación ha salido del templo. A lo mejor hasta abre una brecha en el mercado, aunque esto es más difícil.
Sea lo que sea, Russafart ha sido un ejemplo y un éxito. Enhorabuena

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fernando,

Alexkev ha dejado un comentario en La Carretera explicándote lo que es Linux y cómo se instala. Si te sigue interesando, ahí lo tienes para echarle un vistazo cuando te venga bien.

Saludos