Sensaciones, ideas y fantasías

martes, 10 de junio de 2008

Viva el espectáculo

Dazibao multiétnico en un muro suburbano


Me encuentro con un colega de cierta televisión estatal en un acto informativo (véase la definición de acto informativo al final de esta entrada).

Le quedan pocas semanas de vida profesional en la tele citada, porque le prejubilan a la fuerza. A la fuerza, también ahorcan. El se siente un poquito así, entre otras cosas porque no va a poder jubilarse del todo, pues le queda el 70 por ciento de su sueldo, y tiene numerosas obligaciones económicas, hipoteca, pensión, alimentación, vestido, ocio y tiempo libre. Se buscará la vida. Los periodistas de la vieja escuela sabemos hacerlo casi mejor que los becarios de hoy en día.

Coincidimos en una aserción que se difunde como una marea negra en nuestro medio audiovisual.

En televisión, la información ha muerto. Viva el espectáculo.

De hecho, los becarios que desembarcan de su patera universitaria en las costas del periodismo audiovisual lo tienen clarísimo. Si conoces las técnicas del showman, a chupar cámara mientras te dejen; muévete con energía, con gracia, agita los brazos sin llegar a ser una marioneta, modula tu discurso con las debidas esdrújulas, y a esperar que un jefe o jefa te descubra y te impulse.

Siempre ha sido igual, en mi juventud, también, aunque entonces había un umbral que no todo el mundo estaba dispuesto a traspasar, el que imponía el Movimiento. Hoy, la ideología política es un tigre de papel, libre interpretación del calificativo maoísta, y los chavales de las pateras periodísticas sólo discriminan a los fachas de los progres, porque es lo que les dictan en las aulas; entre medias, hay un abismo negro; se acabaron las medias tintas.

¿Para qué estudian información los estudiantes de Ciencias de la Información?

O el título es un eufemismo o un fraude. Un poquito de ambas cosas, una mezcla, al fin y al cabo vivimos en la multicultura, en el revoltijo étnico.

Un ejemplo, acabo de escuchar en una cadena nacional a un periodista informando desde Barcelona sobre la desarticulación de una "célula islamista" (lo pongo entre paréntesis porque si al cabo de un par de meses volvemos al tema, a lo mejor nos encontramos con que la célula islamista era un grupo de moritos charlatanes), y va el tío y dice (informa) que algunos de los detenidos eran de origen algeriano. El tipo es periodista (puede que acaso sea becario), y como habrá estudiado en catalán, algo muy noble, pero está poco instruido en la otra lengua oficial, la que hablan cuatrocientos millones de personas, en lugar de argelino dice algeriano. ¿Esto es efecto del revoltijo étnico, del multiculturalismo o de la incultura? El caso no es excepcional. La radio es un vertedero de barbaridades lingüisticas, semánticas, morfológicas, sintácticas, en suma, gramaticales.

Otro ejemplo. ¿Qué narices está pasando con la huelga de camioneros?

Se nos informa sobre las carretras cortadas, se asoman a los micrófonos ciudadanos desabastecidos, camioneros agresores o agredidos, portavoces gubernamentales y no gubernamentales hablando de diálogo. Pero yo todavía no me he enterado de las reivindicaciones específicas de los camioneros. Sólo sé que les cuesta tan caro el gasóleo que están abocados a la ruina empresarial. Pero, ¿qué proponen para evitarlo? ¿Qué propuestas les hace el gobierno?

A mí también me sale por un ojo de la cara el gasoil, y cada vez que voy al supermercado descubro que ha subido algo. Yo también quiero que se detenga la inflación, que se descubran energías alternativas, todo eso. Pero yo soy un ciudadno anónimo y desarticulado. Los camioneros en huelga, no. Estoy seguro de que tienen un plan, Una de tres, o no lo han explicado bien a los periodistas, o los periodistas no saben cómo explicarlo o no les da la gana hacerlo. ¡Y mira que una huelga de camioneros es espectacular!

Definición de acto informativo. Dícese de aquel en el que se reúnen un grupo de periodistas convocados a un espacio cerrado o abierto por una institución pública o privada, con objeto de recoger información elaborada previamente por la institución convocante. La diferencia entre un acto informativo y una información es que en el primero la información viene empaquetada, y por lo tanto no es fiable o no es valiosa. La mayoría de los actos informativos convocados en espacios abiertos son anecdóticos o folclóricos y a la mayor gloria de una autoridad pública o privada. Los actos informativos en espacios cerrados suelen ser declaraciones de autoridades que, a las preguntas indiscretas de los informadores, responden con vergonzosas evasivas, aunque a ellos no se les enciende la cara y se quedan tan panchos, cuando no se mosquean con el interrogador y le echan miradas de fuego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Está bajando el nivel periodístico o siempre ha sido así?

Todos los días me ecuentro con errores gramaticales graves en medios nacionales como EL PAÍS, EL MUNDO y no digamos Televisión española.

Y en cuanto a la información/desinformación, es tremendo: llevas toda la razón. Nos hablan durante días de la huelga pero todavía no sabemos ni quiénes son exactamente los que están secundando el paro (he hablado hoy con un cliente mío que es camionero y me comenta que no es ni mucho menos todo el sector el que está apoyando la huelga)pero es que tampoco sabemos que
qué reclaman ni qué les están ofreciendo.

Parece que cuantos más medios peor es la información.

En fin..