Sensaciones, ideas y fantasías

domingo, 10 de mayo de 2009

Revelaciones




No tengo ni idea de quién es Hanna Montana. Sólo he oído hablar de ella en los suplementos de los diarios y también en las secciones de espectáculos. Descubro ahora que es Miley Cyrus: Miley Cyrus. Hanna Montana. De niña prodigio a fenómeno global. ¡Qué gilipopez!
Por alguna razón que no me causa pesar debo estar al margen de la globalización.
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Jesús Pardo publica en RBA la tercera parte de sus tremebundas memorias, Borrón y cuenta vieja. Leí la primera, Autorretrato sin retoques. Y tanto. Se pinta en ese libro como un borracho perdulario, cruel con su primera mujer (hoy, igual le habían metido en un calabozo). No disimula ni oculta ninguno de sus defectos.
Jesús Pardo fue periodista de agencia, corresponsal en Londres y en otros lugares. Allá donde estuvo llevó una vida disoluta y se juntó con tipos como él. Su sinceridad brutal es lo mejor de su literatura. También ha escrito novelas, buenas, por cierto. En su primer libro de memorias describe a sus amigos, casi todos hombres cultos, con la misma falta de piedad que habla de él mismo.
No pienso perderme Borrón y cuenta vieja. Vean ustedes lo que dice de sus colegas, por ejemplo, yo: “Mire, en griego moderno, periodista se dice polígrafo efímero. ¿No le parece cojonudo? Yo he sido polígrafo efímero muchos años, pero siempre quise ser polígrafo permanente.”
¡Cómo cambian los tiempos! Jesús Pardo siempre ha dicho palabrotas. Pero que ABC las reproduzca es todo un síntoma. ¡A dónde vamos allegar!
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Esta semana que entra participaré en algunos eventos. El primero es el que señala la fotografía de arriba (ya sé que Josep no lleva acento, es cosa de los duendes de la imprenta). En Calpe, presento mi biografía de Renau con una conferencia sobre su vida, dirigida a la población local, en la que hay casi tantos extrajeros como españoles. Será un audiovisual con Power point en dos idiomas, español y alemán.
Después de sucesivas aproximaciones a la figura de Renau, esta vez le enfoco con la luz de Fausto. Renau pactó con el Diablo, con Dios y con todo bicho viviente. Como Jesús Pardo (no le conozco, pero lo deduzco) debió ser un tipo imposible de vivir con (anglicismo intolerable, pero útil). Pero su personalidad tumuluosa, grande, corrediza, sólida y transparente seducía a quien pasaba a su lado y se quedaba un rato con él. A algunos hizo un daño perpetuo, por ejemplo sus hijos (de su mujer, Manolita, mejor no hablar), a otros, les fastidió mientras ellos se dejaron, por ejemplo, Marta Hofmann.
El plato fuerte de mi conferencia en Calpe es la exposición de carteles propiedad de Manuel Ferrando, empresario talentoso y coleccionista de mérito. Un par de carteles son inéditos, no están catalogados, y casi ni se sabía que existieran. Merece la pena ver esas reproducciones de los trabajos renaudianos, que él menospreciaba, dicen. Sin embargo revelan la quintaesencia de su talento. Seguro que Renau no quería saber nada de ellos porque hacían publicidad de películas capitalistas. Pero de los carteles de Chapaief, de Éxtasis y de otras películas “de autor” perfumadas de marxismo, estaba tan satisfecho, el hombre.
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El otro evento en el que participo en la sombra es la exhibición de una escultura monunmental de Víktor Ferrando en la Casa de la Beneficencia de Valencia. Se trata de El Guerrero de Lucentum, una versión ferrandina de Alejandro de Macedonia. Compuesta de desechos ferroviarios y de otras procedencias de diversos oficios hoy desaparecidos, se expone como ejemplo en una muestra sobre reciclaje etnológico titulada Encreuaments, por aquello del cruce de distintas naturalezas de la naturaleza histórica o de la historia de la naturaleza, no lo sé muy bien.
Víktor Ferrando sí es un fenómeno de la naturaleza. Sin duda habrá otros como él en el mundo. Pero a este, que vive en España y tiene la fortuna de tener un padre con fortuna y fe en él, lo tenemos más a mano. De algún lugar misterioso salen sus esculturas. Las fotografías no hacen justicia a su trabajo. Por eso lo mejor es verlas personalmente. Emiten ondas de energía inclasificable.

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